La grasa del Cerdo Noir de Bigorre presenta un perfil muy equilibrado entre el ácido oleico (monoinsaturado) - componente principal del aceite de oliva, elemento básico de la cocina mediterránea - y el ácido linoleico (poliinsaturado), ventaja nutricional primordial. Este equilibrio, la fuerte proporción del ácido oleico que genera aromas agradables y el consumo de hierba por parte de los cerdos, por lo tanto de vitamina E con propiedades antioxidantes, explican el color de la grasa, muy blanca, y la ausencia de sabor a rancio.
"Algunos encuentran en la grasa tan fina que protege la carne, un sabor a almendra, mientras que otros perciben la avellana..."